domingo, 30 de agosto de 2009

LOS REYES ELFOS, UNA AGRADABLE SORPRESA




Bueno, el verano practicamente ya ha pasado, siento decirlo. Aquí, en nuestra querida Kstl y ln sopla ya un viento del carajo. Hay que salir a la calle con chaquetilla de punto, como dicen las abuelas-babushkas.
Ha sido un verano lleno de trabajo y también he viajado todo lo que he podido. Pasé una temporada en la dacha, disfrutando de la tranquilidad de los montes de Leon y la Cabrera. Tuve un fallo enorme, no llevé conmigo suficientes libros.
Comó quizás pueden ustedes imaginar, me gusta mucho leer, sobre todo por la noche, tapadito, tomando leche y galletitas.
Ya no sabía que leer. El calendario zaragozano, un libro sobre el Escorial, otro sobre historia polaca que era un coñazo, otro sobre Jovellanos que casi me provoca gripe A, sífilis y lupus de lo plomizo que era, una encíclica papal.. En fin, lo típico.
Afortunadamente, un buen amigo me prestó la colección entera de los reyes elfos. Después de una semana en la que lo más divertido que me leí fue la ley de la usura de 1.908, se pueden imaginar mi felicidad.
Tengo que admitir que al principio me tiró para atrás el estilo manga, no me pegaba. Conforme fuí leyéndolo, me fuí enganchando como hacía tiempo que no me pasaba con un cómic.
El autor es Víctor Santos, me alegró que es un autor muy, muy joven. El argumento es, básicamente (tampoco quiero destripar nada) una historia convencional pero efectiva: en nuestro mundo, en los albores de la edad media (siglo VI, o por ahí) conviven los hombres con las razas de Fairy, ya saben, elfos, enanos y demás jarca. Un elfo destinado a ser príncipe de Alfheim se liubliunka a una elfa oscura, provocando un accidente diplomático. Por lo tanto, es desterrado. Tras recorrer el mundo, el destino (los caprichosos dioses del panteón nórdico) deciden que es el momento de que ocupe el trono....
Pero una amenaza se cierne sobre el mundo mítico. Los dioses y la magia están desapareciendo, porque el Cristo Blanco, una nueva extraña divinidad está conquistando el corazón y la fe de los hombres, que dejan de creer en sus antiguos dioses.
Son 4 o 5 volúmenes, pero se leen de un tirón. La obra bebe muchísimo de uno de mis libros preferidos "La espada rota" de Poul Anderson, sin que logre igualar el tono épico de ésta, lo cual, por otra parte, es casi imposible. Me encantó el tono de melancolía y fatalismo del último volumen, cuando está claro que el mundo de Fairy va a desaparecer y a convertirse en supersticiones. Me gustó mucho todo el trasfondo y el conocimiento de mitología que tiene el autor, realmente asombroso. Y por que negarlo, me gustó mucho el personaje de la elfa oscura, a mi parecer, el mejor de la saga, además, está buena incluso para ser un dibujo.
Es un cómic muy entretenido, aunque no llegue a la categoría de obra maestra. Leí además un volumen de historias cortas relacionadas con la saga, que me gustó mucho, sobre todo la de los nazis. Otro volumen era el típico "homenaje al autor y a la saga", que me pareció un popoh, sinceramente. Pero no es nada extraño en los "homenajes", ya sean musicales, artísticos, etc. (Con permiso de sendos volúmenes de relatos en honor a Tolkien y a Asimov, que ya comentaré otro día... o puede que no.... hua ja ja ja ja ja!!).
En fin, si lo encuentran (no debe ser raro) se lo recomiendo bastante, sobre todo si están en un pueblo de la montaña, con más canales de tv portugueses que habitantes.